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lunes, 30 de diciembre de 2013

Recordando a la ñaña Nicolasa Quintreman Calpan

Nicolasa Quintremán
Amiga Querida:¡Declarémonos vencedores!
Cristian Opaso
Amiga, lamnien, terminasteis de morir en noche buena, trágicamente ahogada en el maldito embalse de la represa Ralco -a la que te opusisteis con esa fuerza y lucidez que marcaron este país para siempre. Digo “terminasteis de morir” porque la agonía y violencia duró mas de diez años, comenzando en diciembre de 2002 cuando sucumbiste a las presiones de algunos cercanos y ese amor tremendo por tu único hijo, al que quisisteis ayudar dejándole ese migajas de oro de Endesa, que bien comprendías -y tanto nos repetías- no eran nada comparado con el sol y las estrellas que tan claramente alumbraban vuestras tierras en las altas cordilleras del cajón del Biobio.
Hemos recordado tus palabras en diversos lugares, entre otros en la Plaza de la India de Santiago, adonde se recuerda a Mahatma Ghandi, ese otro gran luchador que muriera trágicamente. Lo hemos hecho asi porque tú Nicolasa, eres una de nuestras Gandhi: personas que con su fortaleza espiritual se enfrentan valientemente a los más poderosos. Como lo era también Clotario Blest, quien en plena dictadura comenzó a organizar en el mismo lugar homenajes al pequeño gigante de la no-violencia.
Me resisto a recordarte como vencida y traidora a nuestros principios Nicolasa, porque no es eso lo esencial de lo que tú eras y no es lo que has significado para Chile. Fue una debilidad claro, pero perfectamente entendible -aunque quizás no justificable- dadas las presiones y la injusticia rampante de los tribunales, que muchas veces no merecen su nombre y que, a pesar de decirles al puñado de mujeres Pehuenche que se resistían al proyecto hidroeléctrico que estaban en su justo derecho, y que nadie las podría sacar en contra de su voluntad, dejaban que creciera el gigantesco muro de concreto de la represa Ralco desde 2004 taponea al legendario río Biobio.
Y porque tú comprendisteis tu error, no pudisteis vivir nunca más en paz. Tu visión terrenal de a poco se fue apagando, mientras buscabas sosiego con esos vapores que a la larga tan poco ayudan.
Pero tranquila Ñaña. Tú has vencido a Endesa, y también Nicolasa, has vencido a la muerte. Porque una de las maneras de vencer a Esa que siempre acecha, es por las acciones y obras coherentes y válidas que no terminan en sí mismas, ni en uno mismo, sino que permanecen y se multiplican.
¡Y vaya que siguen resonando tus lúcidas palabras! dichas con esos dignos gestos de mujer Mapuche-Pehuenche reconocibles para siempre por toda la generación que hemos vivido esta corrupta e insuficiente transición chilena.
¡Si a todos dejabas con la boca abierta amiga!, hasta a los ex-presidentes Lagos y Bachelet, que fueron capaces de recibirte, pero que no se la jugaron ni por ti ni por tu Pueblo, como si lo hicieron los cientos que llegaron a acompañarte al Alto y que compartieron horas contigo al lado del inolvidable fogón, las largas marchas y los osadas acciones directas en los caminos y predios que había invadido Endesa. Intuyo te habrás enterado perfectamente de la cantidad de personas que te hemos recordado y homenajeado en las calles de diversas localidades.
Me uno entonces al amigo Claudio Escobar, el que tanto te admiraba que le puso tu nombre a su primera hija, y que te dijera que no lo cambiaría cuando lo llamasteis culpable, pensando que tu error opacaría tu dignidad y lucidez.
“Me declaro (en colectivo) vencedor en el Alto Biobío” dijo hace poco Claudio en las redes virtuales.
De acuerdo.
Nos cambiasteis la vida Nicolasa Quintremán Calpán de Ralco-Lepoy (como a tí te gustaba decir para no olvidarte de tu cordillerana comunidad Pehuenche). Y tus palabras las recordaremos aun más y las volveremos a escuchar, la rescataremos en las docenas de videos y documentales que por allí circulan. Cómo aquellas que dijisteis en una manifestación en Santiago de Chile:
“Tenimos que unirse, adonde hay actividad vamos a estar todos: entonces vamos a defender la tierra, defender las aguas, defender los ríos, defender las causas que tenimos, pero que sean unidos, UNIDOS. Que sean hombres, que sean mujeres, niños, jóvenes, mujeres jóvenes, todos tenemos que defender la Tierra, porque nosotros vamos a vivir para siempre.
El que dejó el mundo, que le dicen Dios ustedes, nosotros decimos Chachao. Ese fue el que dejó el mundo, ese fue el que dejó la luz, el sol, las estrellas de la luna. A nosotros nos interesa eso, a mí no me interesa la riqueza de Endesa”.

Y, por supuesto, junto a tu hermana Berta y miles de otros Mapuche y Chilenos seguiremos luchando para que vuestra (nuestra) tragedia no se repita.
Por eso, y a pesar de todo, ¡venciste! ¡vencimos!

Gracias y nos estamos viendo querida amiga.

*Periodista y autor de Biobio Rebelde: de Ranquil a Ralco, Editorial Ceibo



ME DECLARO -EN COLECTIVO- VENCEDOR EN EL ALTO BIOBÍO ....
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se me vienen a borbotones los recuerdos con sus lágrimas
en la íntima soledad de la memoria ... Nicolasa y el Alto Biobío
aquella gesta épica que encendimos entre miles de esperanzas
me vienen las imágenes contadas de un funeral al que -equívoco no fui-
la lluvia copiosa de sentimientos desgarradores o hermosos ...
acabo de recuperar un link, que pongo más abajo, donde en una entrevista
realizada por el compañero de lucha, Cristián Opaso,
siento pudimos develar en ella la cosmogonía que inauguró en el país
la rebeldía Pehuenche (un tiempo propicio)... 
Algunas cosas que quisiera compartir a fuego,
y es que el el Alto BioBío fueron infinitas las victorias y las utopías alzadas
y que lo hidalgo de esa lucha, se tiene que probar en presente, en los numerosos dolores que todavía hoy persisten (dentro y fuera del wallmapu) ...
ME DECLARO EN COLECTIVO VENCEDOR EN EL ALTO BIOBÍO ...

"VIVIR ES LA MÁS ALTA DE LAS REBELDÍAS !!!! "


ENTREVISTA:

1. Tú en un momento decidiste concurrir semanalmente a La Moneda para protestar por la construcción de Ralco. ¿Cómo surgió esa iniciativa? ¿cuánto tiempo duró? ¿qué recuerdas de ellas? En otro momento tu fuiste sólo a protestar creo que a una junta de la DC. ¿Cómo fue aquello?

No recuerdo todos los detalles. Creo que inventamos colectivamente protestar una vez a la semana y la práctica se fue diluyendo con el tiempo, por cansancios, por trabajo, porque quizás la gente fue menos convocada, no sé. Lo significativo es que MUCHA gente pasó por esta práctica, que se mantuvo casi ininterrumpidamente por algo así como tres años y a pesar de que algunas veces cambiamos el día, mayoritariamente fue los viernes de 12:00 a 12:30. Entre otros y otras participó: La lagmien Rayen Kutral, la gente del grupo TUN, las feministas, un señor escocés que fue a tocar gaita, una joven ciega que leía las letanías en braïle, transeúntes que se sumaban, la Guaco –una señora que nos llevaba sopaipillas en invierno y frutas y jugo en verano …. Famosos como Cristián Opaso y familia, la Sra Larraín, etc., etc.

El gesto estuvo también lleno de malos ratos: por lo menos unas 7 veces nos fuimos presos, una de las cuales terminé con 5 días en la Penitenciaría al igual que otras personas. Pero hubo recuerdos imborrables, maravillosos.

El gesto se inscribía en uno del tipo No Violencia Activa, tenía un lienzo –cuasi histórico y cuasi mitológico- porque había estado en cientos y cientos de protestas y marchas, versaba: NO a Ralco-Si a la Vida, por el derecho a
existir del Pueblo Pehuenche y unas letanías (lenguaje y estilo de acción heredado del Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo), reproducidas en fotocopias, que repartíamos a quien quisiera para gritar en el lugar.

Su esencia era practicar un acción frágil, donde el único soporte era nuestro cuerpo (como dice alguien por ahí: el único territorio que les queda a los Mapuche son sus cuerpos), nuestras ideas y nuestras gargantas …. Intentaba redimir y dar razones morales a los que estaban en la otra antípoda, se realizaba con lluvia o con represión, con sol implacable o en días festivos –en una plaza incluso desierta y con la Moneda cerrada, si coincidían con la fecha de práctica ….

Hay recuerdos espectaculares: 1) Ese del señor que tocó gaita, que intercambió algunas palabras y se fue diciendo que quería darnos un homenaje; 2) Esa vez en que la acción terminaba 5 minutos antes de la foto de los mandatarios que venían a una cumbre y que los pacos –en una plaza quecon bandas y guardias de honor, más periodistas estaba repleta- a los tres que habíamos concurrido, nos dejaron gritar, pero justo a hasta las 12:25, porque a las 12:30 venía la foto OFICIAL en la Plaza de la Constitución. Todo siguió como si nada hubiese pasado; 3) Esa vez en que llegó el carabinero jefe y me dijo: Ud. Es Don Claudio Escobar? Ud. Fue el que pidió al alto mando y al gobierno que le dieran protector solar a los carabineros de guardia de la Moneda durante el verano para evitar cáncer?, Fíjese que no me queda más que agradecerle su gesto, pero sepa que si Ud. grita en el acto donde va a estar el presidente Lagos, lo voy a tener que llevar preso, aunque me pese! -finalmente le tuvo que pesar-; 4) Se corría el rumor BIEN FUNDADO que al interior de la Moneda hacían la siguiente apuesta: ¿Viene o no viene hoy el GRITON de los viernes?; 5) Un viernes, y dado a que yo grito muy fuerte, tuvieron que cerrar las puertas de la Moneda a las 12: 00 horas, porque adentro había un acto importante y los gritos lo echaban a perder; 6) Otros momentos más espectaculares, en donde trajeron un guanaco y me apuntaron directamente el chorro de agua y qué creen: me mojaron frontalmente y me encarcelaron; 7) otra vez vino una señora francesa a la que el hijo le había contado de esta acción, pues me había acompañado varias veces, así es que esta vez los tres debimos compartir un único paraguas y protestamos con granizos tupido.

La protesta en la Junta DC fue similar, lo único diferente fue la mofa que hicieron algunos de sus militantes, como Ravinet, que reaccionó con una sorna casi infantil (nos había pueriles morisquetas) cuando cuestionábamos a personeros de esa tienda política involucrados en intereses, para con el proceso. Un caso triste de recordar, pero de alguna forma profético en términos de señalar respetosamente responsabilidades.

2.Aunque tú tenias el coraje, que no muchos tienen por cierto, de hacerlo sólo, en otros momentos había mucha gente participando...¿porqué crees tú que se involucró tanta gente? y ¿porqué esa gente se fue dispersando?

En realidad no había tanto coraje, sólo una cierta fuerza colectiva que emanaba del convencimiento: razones y subversiones juntas, como elementos inseparables. El gesto era una rebeldía pero bien enmarcada dentro de un cierto rango de seguridad. Pero debo decir que me encantaba hacerlo, era para mi un kairós –en términos teológicos- un espacio propicio.

Se involucró mucha gente por la justeza de la demanda, por saberse dando una pelea de David a Goliat, del lado de david, con la razón de David, con la fuerza de David, del marginado …. La valentía y la claridad de la palabra Pehuenche impresionaban, era una voz profética con lenguaje de la tierra, era impresionante el hablar, el discurso ético-político-ecosistémico que emanaba de la Nicolasa. Yo tengo un discurso, de una página que amé …. donde decía que “ella era su pensamiento” …. La gente se sentía acompañando a un pueblo digno y con razones …. Por otra parte veíamos quizás una única oportunidad de darle un golpe al sistema y esa era una utopía potente, posible, esperanzadora …. Yo soñaba el día en que ganásemos Ralco …..

(Quizás no publicable: una infidencia, incluso hicimos una promesa, con una amiga, de echarnos un polvo ese día ….)

Yo creo que la dispersión se produjo como resultante sistémica en que se involucran un sinnúmero de factores: cansancio producto de una lucha tan larga, desesperanza frente a los pocos resultados como efecto de la connivencia espúrea judicial-estatal-gubernamental para con ENDESA-España, falta de armonía-unidad-confianza en los otros(otras). Creo que al centro de estos elementos hay un tema (de desarmonía) ESPIRITUAL.

Muchas personas creyeron en sus razones-estrategias-tácticas propias como los únicos caminos posibles. Se confrontaron gentes que defendían lo indígena versus lo ecologico (como si curiosamente se pudiesen separar), que levantaban estrategias con violencia versus estrategias de no violencia activa, se produjeron desconfianzas que cuestionaban las razones y los sueños detrás de cada uno de los OTROS sujetos. Se produjo una gran desarmonía que finalmente significó una ruptura triste y parte de la derrota se debe a ello …. Y en esto todos tuvimos responsabilidad como todos tenenos parte en la inmensa victoria de esta lucha, porque pese a que la central se hizo, sentamos un antecedente de capacidad para dar una lucha continua y de una nobleza en la entrega que realmente deja rastros en el reverso de la historia, aquella que construimos los marginados …. Yo valoro inmensamente este pedazo de historia y soy orgulloso de haberlo vivido, Ralco cambió mi historia. Y si volviera a nacer, volvería a involucrarme aunque me dijeran que no vale la pena perder un conflicto (por eso hoy estoy contra Pascua Lama y en contra de las centrales en Aysen y en otros conflictos), para mi valió la alegría haber vivido una testarudez inagotable de razones y de sensibilidades, que hoy cuento como una reserva de sentido para seguir viviendo y para criar a mis hijos(as).

RALCO fue un 
ejercicio de CIVILIDAD LIBERADORA y yo espero, al menos en la perspectiva de la entrega, que SE LEVANTEN MUCHOS NO A RALCO en el tiempo presente. Asì como en la lucha de Ralco utilicé lo aprendido en la lucha antidictatorial, he usado y usaré lo aprendido en Ralco en las luchas que vienen.

3. Tú le distes a tu primera hija el nombre de Nicolasa ¿porqué lo hicistes? ¿Estás arrenpentido de haberlo hecho dado lo que sucedió con Nicolasa?

Lo que sucedió con Nicolasa, sucedió con todos(as) nosotros(as)....
El nombre de la Nicolasa fue una idea tribal, del núcleo en donde vive su madre. Al principio me descolocó, porque no había pasado por mi mente ponerle este nombre, pero la idea se hizo en mi de inmediato y la consideré como verdaderamente mágica además de hermosa. Sería esta una excusa para vincularnos eternamente a las ñañas, a sus familias, a esta lucha y a ese maravilloso ecosistema; y en especial a la ñaña Nicolasa para la que guardo, junto a Berta y a Ana Trecca, mucho amor.

Fue la propia ñaña Nicolasa la que me llamó preguntando si yo renunciaría e ese nombre (post conflicto) y yo le respondí enfáticamente que nunca, que el cariño era mucho más potente que los derroteros por los que al final se resolvió el conflicto. YO aprendí de las ñañas, en especial de su orgullo liberador, de su indignación justa y creo que de no mediar la odiosidad de ENDESA, sus malas artes, sus espejuelos y la complicidad de mierda del gobierno, el Estado y el aparato judicial, hubiésemos logrado el triunfo porque teníamos de nuestra parte las razones técnicas y las razones éticas para vencer.

Respeto las decisiones individuales y colectivas que llevaron al desenlace del conflicto y creo que si yo hubiese sido el actor directo habría tratado de aguantar hasta el final, pero no desconozco la persistencia del sistema, su maña maléfica que no escatimó en usar todos los argumentos posibles para doblegar las voluntades.

En eso reconozco que enfrentamos procesos desde nuestra humanidad y que es posible que ciertas condicionantes -en algunos momentos- puedan tornar frágil la lucha.

Por otro lado, hubo ciertos momentos de la lucha, más cercanos a su final, en que el abandono afectivo y el abandono concreto de las comunidades afectadas fue desolador: en esto asumo también una cierta parte de derrota porque –si éramos tan claros y comprometidos- ¿por qué razón hubo momentos en nos abandonamos en esperanzas?

En mi corazón y en mi casa siempre habrá un lugar para las y los hermanos del alto Bío Bío y mi hija siempre se llamará con mucho orgullo Nicolasa, o mejor Berta-Nicolasa. Y es curioso como ella cuenta en su jardín, que su abuela es Mapuche y que todo el mundo la conoce y es famosa (así como mi hijo menor saber decir: "NO a CUASpalama") ….

4. Si tuvieras que dar algún consejo a jóvenes involucrados en otras luchas, ¿que crees tú que aprendimos de la lucha del Biobio? ¿qué hicimos bien y qué debemos tratar de evitar?

Ralco cambió el curso de mi vida. Creo que podemos enfrentar cualquier poder desde el no poder, con la fuerza de la tierra y con la fragilidad de nuestros cuerpos si nos arropamos de ética. Aprendimos MUCHO, tanto que el sistema tiembla desde este proceso, porque sabe que en este territorio hay gente que es capaz de dar el todo por un ideal … Recomendaría evitar los falsos orgullos, recomendaría usar siempre –ponderadamente- todas las formas de lucha, bajo un análisis ético situacional y colectivo, recomendaría levantar el escudo de la unidad y dejar que la imaginación colectiva rinda sus mejores frutos. Todas las acciones son valiosas, mientras no generen represas en nuestros corazones ….


!LA ENSEÑANZA de un RÍO ES PERSISTIR !

sábado, 23 de julio de 2011

Suicidios Pehuenche en zona de Impactos



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Alto Bio Bio: Suicidios Pehuenche en zona de Impactos y Emplazamiento de Mega Represas Hidroeléctricas


Un estudio realizado por un sicólogo y un médico para analizar la dolorosa tendencia, confirmó que las jóvenes son la población más afectada. Pese a que las cifras oficiales no dejan ver el problema, especialistas de la región llaman a poner atención en torno al fenómeno que enluta especialmente a las familias pehuenches.

Alto Bio Bio: Suicidios Pehuenche en zona de Impactos y Emplazamiento de Mega Represas  Hidroeléctricas
Por Cristián Opaso, Periodista

Los mapuche-pehuenches, esos poco más de diez mil seres que viven principalmente en las altas zonas cordilleranas de los Andes chilenos, donde nace y comienza su largo viaje hacia Concepción el río Biobío, eran prácticamente desconocidos hasta la enorme controversia que se desató en la década de los 90 por la construcción de los enormes proyectos hidroeléctricos de Pangue y Ralco en sus territorios.

Los pehuenches parecen haber pasado nuevamente al olvido. De hecho, la actual construcción de una nueva megacentral hidroeléctrica, la Central Angostura de Colbún, en la confluencia de los ríos Huequecura y Biobío -entrada del antiguo territorio ancestral pehuenche-, ha pasado prácticamente inadvertida.

A ellos la vida recientemente les ha deparado paisajes muy distintos. Por un lado está Berta Quintremán, símbolo junto a otro puñado de mujeres pehuenches, de la resistencia a los proyectos hidroeléctricos. Contadas con los dedos de la mano, si es que tantas, deben ser las personas que pueden acercarse a La Moneda y juntarse con un Presidente de Chile sin tener cita previa. Eso fue precisamente lo que logró hacer la señora Berta Quintremán cuando fue a Santiago a reclamar por la falta de agua en el fundo que le había permutado Endesa. A la entrada de La Moneda se encontró a boca de jarro con Ricardo Lagos regresando a pie a palacio. Lejos de ser arrestada, terminó siendo invitada a tomarse un cafecito con el Presidente para conversar. Qué distinto al viaje que realizara aquel desconocido comunero de la comunidad Pehuenche de Callaqui quien, hace un par de años, con secuelas neurológicas por un anterior intento fallido de suicidio, decidiera hacer el viaje final para acabar de una vez con su vida tirándose al fondo de un pozo negro, adonde fueran encontrados sus restos.

Parece ser que para la mayoría de los pehuenches se está cumpliendo el desastre anunciado por aquéllos -pehuenches y chilenos, grupos ciudadanos y sectores de gobierno- que desde principios de los ’90 cuestionaban los proyectos hidroeléctricos, alertando que podrían significar un golpe mortal a la biodiversidad de la zona y a la existencia del pueblo pehuenche. Y lo que es aun más trágico; están muriendo por sus propias manos.

Por lo menos desde mediados de esta década, la principal causa de muerte en el Alto Biobío son las lesiones autoinfligidas, es decir, el suicidio. Las altísimas tasas han llegado a casi triplicar el promedio nacional.

Los guarismos son incompletos y difíciles de conseguir -incluso parecen a veces ser ocultadas o minimizados a propósito-, pero lo claro es que la enorme incidencia de suicidios entre los pehuenches se mantiene en niveles elevadísimos y no muestra señales de disminuir.

El documento incriminatorio
La primera constatación oficial del altísimo nivel de autoeliminación de los pehuenches la dio el hospital de Santa Bárbara por casualidad. Allí, un monitor de computador mostraba por las cifras de mortalidad de la recientemente constituida comuna de Alto Biobío, sector creado como parte del acuerdo entre el gobierno de Ricardo Lagos y las cuatro familias pehuenches que se resistían a permutar sus tierras para la construcción de la central Ralco y que terminaron negociando un acuerdo avalados por la Organización de Estados Americanos, OEA.

En el documento, con el logo del gobierno de Chile y la identificación de la Unidad de Bioestadística del Servicio de Salud Biobío, cuyo título es “Mortalidad por 20 primeras causas de defunción, Comuna Alto Biobío, Año 2007”, aparece -como la principal causa de muerte de ese año- las “lesiones autoinfligidas por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación en la vivienda”.

En otras palabras, el suicidio como principal causa de muerte entre los pehuenches del Alto Biobío.
Luego de ruegos varios, logramos obtener una copia del documento (ver foto, al final de la nota). Al examinar las cifras con detención, se aprecia que curiosamente las tasas de suicidio están desagregadas entre aquellas autoinfligidas dentro de la vivienda y otras en “lugar no especificado”. Si bien esto parece corresponder a categorías usadas internacionalmente, es muy distinto hablar de cuatro casos entre 36, lo que equivale a una tasa de 42.63 por cada 100 mil habitantes, a seis casos entre 36, lo que equivaldría a una tasa 50% más alta.

Es más, las cifras oficiales nacionales entregadas por el Ministerio de Salud mencionan sólo cuatro casos de suicidio para ese año en el Alto Biobío, a pesar de que las cifras recopiladas en la localidad son substancialmente mayores.

Pero incluso con esa diferencia, las cifras del Ministerio de Salud muestran un incremento en el numero de suicidios para al año siguiente 2008, a cinco casos.
Ese es el último año disponible oficialmente de manera completa, ya que la cifra de dos suicidios para el año 2009, entregada inicialmente por teléfono por el encargado de Bioestadística del Servicio de Salud de Los Ángeles, se supo posteriormente era una cifra provisoria e incompleta. No se puede tener acceso a otras fechas del documento de las principales causas de mortalidad de la comuna cordillerana.

Pero a pesar de las dificultades en recopilar estadísticas completas y certeras -y posteriormente tener acceso a ellas- las autoridades han tenido que reconocer el grave problema e intentar implementar acciones para solucionarlo, aunque al parecer no se ha logrado variar la preocupante tendencia.

Un documento interno al que tuvo acceso LND reconoce el alto nivel de intentos de suicidio en la zona pehuenche y se señala sorpresa por la efectividad de los métodos utilizados para quitarse la vida. Propone, finalmente, centrar las acciones de prevención en la población joven del Liceo de Ralco.

Eficientes para matarse
El estudio llevado a cabo por el doctor Nelson Inzulza y el sicólogo Álvaro Basualto se llama “Intentos de suicidio en Alto Biobío 2006-2007” y en él se señala que “en los meses de enero y febrero del año 2007, ocurrieron varios casos de intentos de suicidio en la comuna, provocando la preocupación de la población y autoridades de salud”, lo que habría llevado a hacer el estudio.

Curiosamente, se dice que las autoridades reconocen “las muertes por accidentes y envenenamientos como una de las principales causas de fallecimientos en el territorio”, cuando es el suicidio, o sea, las lesiones “autoinfligidas” las acusantes.

Constata el estudio que entre el 1 de enero de 2006 y el 31 de marzo de 2007 “22 personas intentaron acabar con sus vidas” y que siete personas lo lograron, lo que equivaldría a 32% de los intentos.
“Es preocupante que la prevalencia de intentos de suicidio obtenida en la comuna sea mayor que la media nacional, pero aun más preocupante es la elevada letalidad que alcanza esta causa, lo que podría explicarse debido a que los métodos más frecuentemente utilizados son de alta efectividad a la hora de quitarse la vida (ahorcamiento)” continúa el estudio, sin especificar que la tasa de suicidio fue, para el caso del 2007, casi cuatro veces mayor que la media nacional.

Ese año, la tasa del Alto Biobío, según las cifras entregadas por el Ministerio en Santiago fue de 42,64 por cada cien mil habitantes, comparada con una tasa nacional de 11,6 por cada cien mil habitantes. Habría que recordar además que la cifra de suicidios del Alto Biobío para ese año 2007 es 50% menor que las cifras que se reconocen localmente, según el documento al que tuvo acceso.

En el estudio encargado a los profesionales de la salud se habla de siete personas fallecidas entre el año 2006 y marzo del 2007, pero esa cifra podría ser aún mayor.
Según la publicación pehuenche “Kume Rakiduam” de marzo del 2007, sólo entre noviembre del 2006 y enero del 2007 y sólo en una comunidad, la de Butalelbún, se quitaron la vida Clemencia Pereira Vita de 78 años, Alberto Rebolledo Manquepi de 18, Gabriel Paine Manquepi de 22 años y Humberto Pereira Manquepi de 17 años,

Tres de estas personas menores de 20 años. Lo que coincide con lo que señala el estudio encargado a los profesionales de salud, que indica que “el grupo con más intentos suicidas va de entre los 11 a 20 años, con ocho intentos (36%)”.

Curiosamente, uno de los lugares que fue identificado como primordial para la prevención fue el Liceo de Ralco, cuyo rimbombante nombre es “Liceo Técnico-Profesional Intercultural Bilingüe Ralco”.
“Es importante destacar la alta frecuencia y letalidad en jóvenes del Liceo de Ralco, lo que hace pensar que este grupo es de alta vulnerabilidad debido al enorme choque cultural que deben enfrentar al salir de su comunidad, alejarse de su familia, amigos y tradiciones, e insertarse en un grupo en que la información “occidental” entregada por los medios de comunicación y la nueva forma de vida que se les presenta crea un profundo conflicto de identidad sobre su origen y forma de vida tradicional”, dice el informe elaborado por los médicos.

El liceo fue financiado conjuntamente por el gobierno y la empresa Endesa, como compensación por los impactos de la represa Ralco y luego de fuertes movilizaciones y bloqueos de caminos ocurridos el año 1998.
Según Claudio González, sociólogo, profesor titular de la Universidad de Concepción y doctor en Estudios Internacionales de la Universidad de Denver, el impacto de la construcción de las represas en la zona ha significado un grave quiebre y uno de los principales motivos, junto al alcoholismo, detrás de la alta tasa de suicidios.

“El impacto ha sido descomunal y les está pasando la cuenta”, reflexiona González.
“Llegaron más de dos mil trabajadores a la zona. Ellos tuvieron los peores trabajos, si los tenían. Cambió toda la morfología del Alto Biobío. Muy rápido y violento el cambio”, dice el profesor.

Entre sus investigaciones recientes están dos proyectos Fondecyt en que estudió la situación de las cerca de 100 familias relocalizadas por el proyecto Ralco.
“Ellos están aún peor. Perdieron la conexión, perdieron todas las tradiciones”, señala el profesor penquista.

Pero el impacto ha sido generalizado en las comunidades, tanto en las relocalizadas como en las que siguen en su territorio tradicional. Un impactante recordatorio son las palabras pronunciadas por Humberto Pereira Manquepi, entonces de 16 años, cuando en noviembre de 2005 asistiera al centro Canelo de Nos al Coloquio Intercultural Epu Rume Kimun-Trawun. Sus palabras quedaron grabadas en un libro publicado tras el evento:

“Los pehuenche pedimos que se desarrolle la educación intercultural bilingüe, porque la educación chilena no tiene identidad. Nos preparan para ser gringos o chinos... La interculturalidad no la entienden. Piensan que es un conflicto, pero no lo es. Es una relación entre dos o más culturas. Nosotros exigimos que nos respeten nuestro idioma, vestimenta y realidades culturales. El desarrollo de la educación de nuestro pueblo requiere reconocimiento de lo que somos. Por eso debemos exigir al gobierno un reconocimiento como pueblo, constitucionalmente, no como minoría étnica, sino como nacionalidad indígena”.

Eso decía Humberto, estudiante del Liceo de Ralco en noviembre de 2005. Un año después, el 14 de noviembre de 2006 no tuvo fuerzas para seguir exigiendo sus derechos. Se quitó la vida en un alejado predio de la zona central, adonde había ido a trabajar de temporero.

¿Ha mejorado la situación?
El estudio interno al que tuvimos acceso señalaba que “las acciones preventivas deben focalizarse especialmente en la población joven y adulto joven del Liceo de Ralco, de las comunidades de Ralco, Butalelbum y Cauñicú, varones y con intentos de suicidio previo.

No hemos tenido acceso a las cifras oficiales más recientes, pero según un alto funcionario de la Municipalidad del Alto Biobío la tasa de suicidios continúa siendo “altísima”. Sólo en una comunidad, la de Callaqui (a la entrada del Alto Biobío, donde hay actualmente diez comunidades) hubo casi una docena de suicidios en un año.

Quizás la clave del cambio en la situación son los propios pehuenches. Lo decía José María Pereira, padre de Humberto: “Mis lágrimas y el espíritu encontrarán su consuelo cuando mi pueblo mapuche-pewenche encuentre su propia identidad y sea orgulloso por lo que es... que unidos podamos ser autónomos y que nosotros mismos autodeterminemos lo que es nuestro propio desarrollo como pueblo libre y sin contaminación político-partidaria ni religiosa”.